Un sistema de riego agrícola constituye diversos procedimientos que permiten la distribución racional y eficiente del agua sobre la superficie del suelo que es o será utilizado para la plantación de distintos tipos de cultivos.
Las plantas, como todo ser viviente, necesitan de agua para vivir, absorbiendo los nutrientes del suelo y realizando varias funciones fisiológicas con la presencia de agua. Por lo que, cuando el suelo no tiene la cantidad suficiente de agua o no es oportuna su disponibilidad por medio de la lluvia o de fuentes naturales, se hace necesario un sistema de riego.
Un sistema de riego agrícola está sujeto al tipo de suelo, del cultivo, de la cantidad de agua necesaria, de los recursos económicos y humanos, ya que supone una considerable inversión en su implementación como mantenimiento.
Un buen sistema de regadío agrícola debe suministrar la cantidad necesaria de agua en el momento que se necesita, humedeciendo el suelo hasta la profundidad que requiera el cultivo especifico, pudiendo significar perdidas de plantaciones debido a la falla o mala implantación del sistema de regadío.
Existen distintos tipos de sistemas de riego agrícola, que facilitan al agricultor compensar el déficit de precipitaciones y los suministros necesarios para el crecimiento de las plantas.
El riego por inundación
Es el sistema de riego agrícola más tradicional. Se lleva empleando desde hace miles de años, con niveles de tecnificación es muy bajos, lo que no significa que no siga siendo utilizado de manera extendida, sobre todo en determinados cultivos cuyas necesidades hídricas son elevadas.
¿Qué es el riego por inundación?
El riego por inundación es un riego en superficie. Es decir, que el agua se aplica directamente sobre el terreno y es la fuerza de la gravedad la que facilita tanto el movimiento del agua como la infiltración en el terreno, ya sea por riego de inundación o riego por surcos., teniendo como ventaja la reducción de la cantidad de agua que se necesita, evitando cubrir las plantas cuando no es necesario.
Fases del riego por inundación
El riego por inundación tiene tres fases. La primera es la del riego como tal, que implica la introducción del agua en el terreno. La segunda es la de llenado, que se prolonga hasta que hay una lámina de agua en toda la superficie, empleando siempre la mínima cantidad necesaria. Y la tercer es la de vaciado, que no es otra que la infiltración en el terreno.
Beneficios y desventajas del riego por inundación
Como cualquier otra clase de riego agrícola, el riego por inundación tiene algunos beneficios, siendo el principal el del costo de implementación, debido a que apenas necesita de infraestructuras, ni para llevar al agua a toda la parcela ni para presurizar esta, como también un bajo consumo energético.
La mayor desventaja del riego por inundación es la cantidad de agua necesaria. Además de ello, hay que tener en cuenta las pérdidas por evaporación, la sobrexplotación de acuíferos y la salinización de los suelos.
Riego Tecnificado
El riego tecnificado o la tecnificación de riego se refiere al aprovechamiento eficiente de los recursos acuíferos, a partir del uso adecuado de la tecnología en beneficio de la agricultura; está diseñado para saber cuándo, cuánto y cómo regar, permitiendo la aplicación en los cultivos de agua, fertilizantes y nutrientes de forma segura.
Hoy en día es uno de los ejes principales para el desarrollo del mundo agrícola, ya que se ha convertido en una innovación tecnológica que permite de manera eficiente y eficaz cubrir las necesidades hídricas en extensas zonas donde el agua es escasa.
El riego tecnificado ha cobrado mucha importancia gracias al uso de tecnologías para aplicar la cantidad exacta para que los cultivos obtengan el máximo beneficio de este recurso. Los tipos de riegos más utilizados se pueden clasificar de la siguiente manera:
Riego por goteo
Este sistema se basa en colocar tubos en forma de hilera cerca de los tallos de las plantas, pudiendo ser programados para que vaya fluyendo el agua gota a gota por tiempo limitado o de manera constante.
Riego por aspersión
Consiste en replicar de manera artificial la lluvia, vía la aplicación del agua en forma de llovizna o rociado controlando la intensidad, tiempo, duración y área de esparcimiento.
Riego por micro aspersión
Implica el lanzamiento a presión de cortinas de gotas de agua por un emisor, siendo ideal para el riego de cultivos florales, plantas pequeñas y jardines.
La información para un riego eficiente
Es fundamental contar con información sobre los niveles de la humedad de los suelos donde se cultiva y la hidratación de las plantas, para definir, diseñar, implementar y mantenimiento del sistema de riego, que se hay determinado utilizar. En SOLEN contamos con los equipos y servicios, que aportan a obtener estos datos e información.